El Instituto Cervantes publica el nuevo Manual para los exámenes de nacionalidad

Actualiza 75 de las 300 preguntas del contenido para preparar la prueba CCSE y empezará a utilizarse a partir de la convocatoria de enero de 2018

El Instituto Cervantes acaba de publicar en su página web el nuevo Manual para la preparación de la prueba CCSE (conocimientos constitucionales y socioculturales de España), en el que ha modificado 75 de las 300 preguntas. El Manual 2018, que ya se puede descargar gratuitamente, se utilizará en las convocatorias del próximo año. Para las dos convocatorias pendientes de 2017 (de octubre y noviembre), el Manual de referencia seguirá siendo el actual de 2016.

Es la primera vez que el Instituto Cervantes modifica una parte de los contenidos del Manual (en este caso, el 25 % de los ítems) desde que lo elaboró en 2015 con motivo de las llamadas leyes de nacionalidad. En los próximos años seguirá actualizando progresivamente las preguntas para adecuarlas a la realidad cambiante de la sociedad española.

Deben superar la prueba CCSE todos los aspirantes a obtener la nacionalidad española por residencia en España o por su origen sefardí, excepto los menores de edad y las personas con la capacidad modificada judicialmente.

Entre los nuevos ítems del inventario, hay 38 cuestiones relacionadas con el Gobierno, la legislación y la participación ciudadana. En estos dos primeros apartados o tareas, se pregunta sobre las lenguas cooficiales en algunas comunidades autónomas, el Tribunal Constitucional, las policías autonómicas, el Parlamento, la separación de los poderes del Estado, el Defensor del Pueblo, las elecciones generales, la mayoría de edad, el derecho a la huelga...

El resto de las preguntas recién incorporadas se refieren a la organización territorial de España, geografía física y política (tarea 3), cultura e historia (4) y sociedad española (5). Por ejemplo, las ciudades más pobladas, el clima y la orografía de la Península Ibérica, el Camino de Santiago, la edad para sacar el carné de conducir, los impuestos, el euro, la tarjeta sanitaria europea, los paradores de turismo, la jornada laboral, el cinturón de seguridad en los vehículos o el acceso a la Universidad para los adultos, entre otros asuntos.

25 preguntas en 45 minutos

El examen, que es diferente para cada uno de los candidatos, se compone de 25 preguntas extraídas aleatoriamente de las 300 que compone el temario. Todas ellas son de respuesta cerrada (tipo test): el aspirante debe elegir una de las tres opciones existentes, o bien decantarse entre  verdadero o falso.

La prueba dura hasta 45 minutos. La puntuación máxima es de 25 puntos si todas las respuestas son correctas. Para superar la prueba y obtener el calificativo de APTO, es necesario responder bien 15 preguntas como mínimo.

Hay 10 convocatorias al año, y la prueba se realiza el último jueves de cada mes, excepto en agosto y diciembre (meses en los que no se organizan exámenes). El candidato conoce el resultado aproximadamente 20 días después.

La inscripción, que se realiza única y exclusivamente en línea, da derecho a presentarse hasta un máximo de dos ocasiones en un plazo de 18 meses desde la fecha del primer examen. Una vez superada la prueba, el certificado tiene una vigencia de cuatro años. El coste es de 85 euros, un precio único en todo el mundo.

150.000 candidatos examinados desde 2015

Casi 150.000 candidatos optaron a la prueba CCSE desde que entraron en vigor las nuevas leyes de nacionalidad en octubre de 2015. Actualmente hay un total de 264 centros examinadores, de los cuales 165 se encuentran en España, y el resto, repartidos por un centenar de países.

El nuevo Manual se descarga desde esta misma página, desde el apartado de "Preparar la prueba" del menú CCSE.

Además de la prueba CCSE que diseña y administra el Cervantes, los aspirantes tienen que superar otra prueba de conocimientos de lengua española. Se trata del diploma de español DELE (nivel A2 o superior), que concede el Instituto en nombre del Ministerio español de Educación, Cultura y Deporte. El DELE se exige a todos los extranjeros y sefardíes salvo a las personas procedentes de países o territorios en los que el español es lengua oficial.